Llevaba
tanto tiempo utilizando la máscara de la hipocresía, que cuando intentó
sacársela, no se la pudo quitar. Debajo de ella apenas quedaba un rostro opaco,
marcado por las cicatrices del cinismo.
20- Yukon
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Por más de que el bar estaba caliente y atestado de gente, seguía cargando
con ese frío interminable que tenía pegado hasta los huesos. Lo primero que
hi...