lunes, 3 de enero de 2011

3 Y PUCHO

Mira si es caprichosa la evolución. Nadie imaginó que la humanidad desembocaría en el punto en el que las futuras generaciones alcanzarían una estatura tan grande, que los que en otros tiempos se consideraban altos, ahora parecían enanos. La media fue creciendo, superando de lejos los dos metros, hasta rebasar la barrera de los tres.
Desde entonces no solo subieron las canastas de baloncesto, sino que también se estiraron el tamaño de las otras cosas. Los autos, los instrumentos, los teclados de las computadoras y todo lo demás, se adaptó para poder manipularlos con sus manotas. Inclusive tumbaron los edificios para volverlos a construir con el techo más alto, creyendo que solo así dejarían de sentirse como gigantes. Olvidando que hicieran lo que hicieran, la tierra siempre les quedaría pequeña.

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